...Lo primero...

Cuando imaginamos o siquiera pensamos en la posibilidad de ser madres; aunque muchos nos han dicho que es una tarea difícil, todo lo que podemos imaginar  acerca de este tema  es hermoso.

Sin embargo apenas comenzamos esta gran aventura en el embarazo; nos damos cuenta la realidad de lo que otros nos contaron.

A algunas madres les toca sufrir todo su embarazo un sin numero de malestares, que lejos de disfrutar de el; puede convertirse en una verdadera pesadilla. Otras cuentan con la fortuna de tener un embarazo placentero y logran disfrutar de ese extraño pero mágico estado. 

Finalmente llega la hora, el momento de suspenso que todas las madres quieren que termine para ver la maravilla de la vida. Ahora en forma de un niño o una niña podemos contemplar el funcionamiento de una maquinaria perfecta que fácilmente podríamos llamar milagro.

OK. Ahora dejando de lado todas nuestras idealizaciones sobre ser madres nos estrellamos de frente con la dura realidad. Lo que pensamos que iba a pasar y lo que realmente pasa esta tan distante que podemos llegar a sentirnos frustradas y fracasadas en la misión de ser madres.

la autora de el libro “Algún día te reirás de esto”  explica como cada día de una madre puede llegar a convertirse en un verdadero desastre, sin hablar de todas las cosas que hemos dejado atrás por ser madres y como nos gustaría retomarlas, o el tiempo que no tenemos para nosotras mismas o aun para hacer lo que  siempre quisimos hacer con nuestros hijos.

En el primer capitulo del libro mencionado anteriormente ella habla del “Maratón” que cada día vive una madre… 

Si cada una se pone a ver su propia experiencia, estoy segura que todas tenemos algo que decir. Yo podría decir que mi “Maratón” es como algo así: Uno de los bebes se despierta con un llanto tan estridente que parece que van a estallar mis oídos. Es uno de esos días que la hermosa sonrisa que le caracteriza es remplazada por insoportables gritos, y como si eso no fuera suficiente la nena de tres años se despierta también malhumorada por el grito de su hermano, y así comienza todo. Creo que no necesito narrar mucho para que cada una imagine lo que significa estar todo un día con dos pequeños que exigen tanto tiempo que parece que el día no terminará nunca… Y que ese tan anhelado momento de “descasar” parece esfumarse a medida que transcurren las horas del día.. 

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